
Buenas noches,
Esta tarde, en la que debería haber sido la última entrevista del año, me ha tocado hablar de mis inicios como escritor profesional.
Yo tendría cerca de los treinta y nunca hasta entonces había sentido la necesidad de escribir un libro. Lo que sucedió es que, a lo largo de mi etapa como traductor de decenas de libros, me iba diciendo: «Dios mío, cuánta paja», «¿Cómo es que repite la misma idea tantas veces?», «¿Por qué no explica mejor este concepto, que promete tanto?»
Sin saberlo, estaba haciendo de falso editor, porque no tenía contacto con el autor ni estaba autorizado a mejorar el texto. Como mucho, podía buscar seudónimos para evitar repeticiones, lo cual ya supone un progreso. De hecho, siempre me han dicho que la versión inglesa de amor en minúscula es superior a la mía, porque la traductora escribe mejor que yo. Puede ser perfectamente.
En mi siguiente paso, como editor de autores de un sello, tenía carta verde para recortar, completar, unir, etc. Remontar textos es algo que se me da muy bien hacer, pero que me cansa muchísimo más que escribir.
Corrigiendo uno de aquellos mamotretos, me dije: «Lo que se explica en estas 200 páginas se podría decir en una sola». Y, acto seguido, me pregunté: «¿Qué tal sería escribir un libro que incluyera la esencia de 99 libros?». Casi como un juego, desarrollé la propuesta y escribí las páginas de introducción.
Cuando lo presenté al editor jefe, esperé un rechazo amable, ya que yo no había escrito jamás un libro. Para mi sorpresa, inmediatamente me propuso firmar un contrato y fijó el anticipo. Me puse manos a la obra en mis horas libres y ese libro acabaría siendo el más vendido de nuestro departamento a lo largo de una década, además de mi debut como autor.
Esta anécdota editorial es aplicable a cualquier ámbito de nuestra vida. Creatividad no significa inventar de cero necesariamente. También es corregir, mejorar o invertir aquello que ya existe, pero que podría ser mucho mejor de otro modo.
Si no te gusta como terminó tu primera historia de amor, escribe una versión propia en la que las cosas suceden de modo mucho más interesante.
Si el ensayo que estás leyendo te ha aburrido hasta decir basta, piensa cómo podría hablarse sobre el tema de modo verdaderamente emocionante. ¿Te atreverías a escribirlo tú?
Pero el desafío de mejorar lo presente va mucho más allá de los libros.
Si no te gustan las actividades que proponen tus amigos el fin de semana, lidera tú una iniciativa friki e invítalos a participar.
Si te horroriza trabajar para otros, crea tu propia empresa, aunque empiece siendo un microproyecto.
Si tu vida te parece monótona, previsible o poco artística, piensa en cómo agitarla para crear circunstancias nuevas. ¿Cómo podría ser mejor? ¿Qué necesitas para llevarla a cabo? ¿Y a qué esperas para hacerlo?
Al final de mi fase como ser pasivo, cuando yo tenía veintimuchos años, recuerdo que, tras escuchar una conferencia, me acerqué al ponente y le expliqué lo miserable que me parecía mi vida. Sin entrar ahora en los detalles, mi perorata era del tipo: «Odio esto, lo otro y lo de más allá… Lo que me gustaría, en realidad, es hacer esto, eso y aquello…»
El conferenciante me escuchó, con los brazos en jarra, y finalmente sonrió y me dijo:
—No veo dónde está el problema… Hazlo y ya está.
Y eso hice. Mi estúpida consulta, para la que tenía yo mismo la respuesta, me llevó a la otra orilla, donde uno hace suceder las cosas, a la manera de un rainmaker, en lugar de esperar a que llueva. Y todo cambió.
Ahora que se acerca el fin de año, te invito a mejorar lo presente a tu manera. Piensa qué podría ser mejor o hacerse distinto y ponte manos a la obra, sin esperar el momento idóneo ni el permiso de nadie.
Te aguarda una aventura que ni te puedes imaginar.

El 25 de enero vuelve Dos tipos felices. Las entradas ya están disponibles y puede ser un buen regalo para esta Navidad. Será en el Teatre Metamorfosis de BCN a las 19:00 h
Al menos, tras los dos shows que ya hemos hecho, podemos confirmar que han hecho reír:

Te dejo aquí el enlace de compra: https://entradium.com/events/francesc-miralles-ferran-cases-son-dos-tipos-felices
¡Feliz semana!
Francesc